La fruta de la pasión destaca por su alto contenido en agua, ya que gran parte de su composición se corresponde a este elemento. Además, tiene grandes dosis de hidratos de carbono, lo que la convierte en ideal para recargar las pilas. Junto a esto, y como toda buena fruta, contiene altas dosis de vitaminas entre las que vamos a destacar su alto contenido en vitamina A y en vitamina C, ambas muy importantes para el correcto funcionamiento del organismo al igual que los minerales que nos brinda y entre los que destacar el potasio, el fósforo y el magnesio.
Su alto contenido en fibra es también destacable, y es que hace de esta fruta un alimento recomendado en dietas de adelgazamiento y en ocasiones en las que queremos conseguir un funcionamiento correcto de nuestro organismo, eliminando los residuos que le sobran y que la fibra elimina en gran parte. Debido a las grandes cantidades de energía que nos brinda, la fruta de la pasión es muy recomendable en personas que practican deporte o que tiene una gran actividad física a lo largo del día.
Un punto a destacar es su gran aportación de antioxidantes, es una fruta que se puede igualar a los cítricos, aunque resulta mucho menos ácida para el organismo, por lo que es una buena alternativa para aquellos que no toleran los cítricos. Sus altas concentraciones de potasio nos ayudarán a mejorar los niveles del organismo, sobre todo en dietas bajas en este mineral y en personas que lo eliminan a través de la orina o de alimentos diuréticos. Por todo ello es muy recomendable la ingesta de la fruta de la pasión, pues además de endulzarnos el paladar nos ayudará a mantener una buena salud.