A lo largo de todo el año disfrutamos de suculentas ensaladas en nuestras comidas. La base de éstas suele ser la lechuga, un ingrediente muy común al que no damos la importancia que se merece.
Desde Vitónica os vamos a enumerar algunas de sus virtudes para que a partir de ahora veamos a la lechuga con otros ojos. Pues no solamente debe ser un ingrediente habitual en la ensalada, sino un alimento imprescindible en nuestra dieta a causa de sus principios medicinales y el aporte nutritivo que nos brinda.
La lechuga posee un alto componente diurético debido a sus altas dosis de potasio. Es por esto que es un alimento muy recomendable en dietas de adelgazamiento, obesidad, hipertensión…. Además es muy útil en dietas destinadas a bajar el nivel de azúcar en sangre a causa de sus cualidades depurativas.
Es también un alimento con altas dosis de calcio y fósforo que nos ayudan a tener unos huesos sanos y fuertes. Además es una gran fuente de oligoelementos no muy habituales en el mundo vegetal, como es el selenio, un antioxidante natural que nos ayuda a evitar el envejecimiento prematuro y previene el cáncer de colon, próstata y pulmones; y hasta puede ayudar a combatir la caspa.
Concentra gran cantidad de aminoácidos que el cuerpo transforma en proteínas. Como la alanina, imprescindible en la creación de músculos y tejido nervioso. La glicina, para el sistema inmunológico. Además de contener gran cantidad de vitamina C, E y betacarotenos que el organismo transforma en vitamina A.
Si la comemos cruda nos ayudará a mejorar la circulación sanguínea además de prevenir la arteriosclerosis y disminuir el colesterol. Pero sus efectos van más allá pues es un buen remedio para relajarnos, ya que contiene grandes dosis de lactucina, un tranquilizante natural. Si la consumimos antes de irnos a dormir nos ayudará a conciliar el sueño.
Si por el contrario la cocemos, sus vapores pueden ayudarnos a mejorar el asma, combatir la tos, acabar con los espasmos bronquiales… Y el jugo de la cocción puede ser útil para los genitales femeninos, pues ayuda a paliar los dolores de la menstruación y hacer que éstas sean más cortas, así como para acabar con la dismenorrea.