Los guisantes son uno de los alimentos que recomiendan consumir con frecuencia a las personas que no pueden consumir productos lácteos, pues constituyen una importante fuente de calcio, indispensable para los huesos y la dentición, necesario para evitar la osteoporosis. Los guisantes proporcionan además grandes cantidades de magnesio, elemento que combate la fatiga tanto física como mental y ayuda en las épocas de mayor estrés nervioso. También resulta imprescindible para deportistas, quienes de manera natural necesitan un mayor aporte de magnesio.
Es en las cantidades de estos dos minerales donde el guisante se diferencia en sus propiedades nutricionales de las otras legumbres. Los guisantes o arvejas se asemejan a las demás legumbres en que son un alimento antianémico por su contenido en hierro y vitaminas del grupo B, imprescindibles para el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Además constituyen una importante fuente de proteínas, aunque las de origen vegetal suelen ser de peor calidad que las proteínas de origen animal.
El consumo regular de guisantes ayuda a mantener bajo control los niveles de glucosa en sangre, al ser sus hidratos de carbono de asimilación lenta y contener además nutrientes con acción hipoglucemiante. Como todas las legumbres, el guisante es fuente de fibra insoluble y los beneficios del guisante se aprecian sobre todo en la reeducación de intestinos perezosos y en el tratamiento del estreñimiento.
También proporciona la fibra insoluble un efecto saciante interesante en regímenes de adelgazamiento. La misma fibra insoluble es la causa de que a algunas personas los guisantes les produzcan problemas de gases, los cuales se evitan consumiendo los guisantes en forma de puré.