El escaso contenido en hidratos de carbono los hace apropiados para el régimen de los diabéticos que acompañados con huevo son un alimento de gran valor para dichos enfermos. Contienen celulosa, la cual es imposible de digerir y actúa como excitante del intestino, por lo tanto acelera el trabajo del intestino grueso, lo que beneficia a los obesos y a los enfermos del intestino.
La virtud curativa de los espárragos es conocida desde muy antiguo, especialmente su efecto sobre los riñones. A través del incremento de la actividad celular de los riñones se llega a la mayor expulsión de agua y conseguida sin provocar irritación alguna. Un efecto indirecto se consigue con los espárragos como medicina de uso interno en los eczemas crónicos, ya que todos los remedios vegetales de uso interno para el tratamiento de eczemas actúan mediante el incremento de la actividad renal y una excitación de las funciones glandulares.
Las vitaminas B respaldan la función cerebral y el sistema nervioso ( si se tiene carencia de algunas de ellas, uno puede sentirse cansado, deprimido, angustiado o con los nervios de punta). Las vitaminas B mantienen alto el nivel energético y respaldan la salud mental y emocional. Los espárragos son fuente excelente de ácido fólico que protege de la anomalía congénita del tubo neural.
El betacaroteno y la vitamina C que contienen los espárragos son nutrientes antioxidantes que ayudan a combatir el cáncer, las cardiopatías y los trastornos oculares. Actúan de diurético ligero por su elevado contenido en potasio y de asparagina. Consumir espárragos intensifica el olor de la orina, pero es inofensivo. A los espárragos hay que consumirlos en pocos días ya que se estropean y endurecen rápido.