Los anacardos son muy ricos en proantocianidinas, una clase de flavonoide que actúa eliminando las células anómalas, haciéndolas literalmente morir de hambre. Los últimos estudios también han demostrado que los anacardos pueden reducir el riesgo de cáncerde colon.
Su alto contenido de cobre también dota a los anacardos con el poder de eliminar los radicales libres, evitando así el desarrollo de distintas enfermedades, ya que estas moléculas nocivas pueden deteriorar el ADN de las células.
Los anacardos tienen un menor contenido de grasa comparados con la mayoría de los otros frutos secos y la mayor parte es en forma de ácido oleico o sea el tipo de grasa conocida como mono insaturada, considerada saludable para el funcionamiento cardiaco y el mismo tipo que contiene el aceite de oliva virgen, hoy considerado uno de los protectores naturales más importantes del corazón.
Los estudios demuestran que el ácido oleico promueve la buena salud cardiovascularporque ayuda a reducir los niveles altos de triglicéridos, los cuales están asociados con un riesgo mayor de enfermedad cardíaca. Los anacardos son particularmente ricos en magnesio, un mineral alcalino que actúa sinérgicamente con el calcio, para mantener la fortaleza ósea, sumado al contenido de cobre y su actividad enzimática conforman la combinación perfecta para la producción decolágeno y elastina, que brindan flexibilidad a los huesos y las articulaciones.
Los datos recogidos sobre 80.718 mujeres en el Estudio de Salud de Enfermeras, demuestra que las mujeres que consumen al menos una onza de anacardos al día, tienen un 25% menor de riesgo a desarrollar cálculos biliares.
